En un movimiento que ha generado ondas en el panorama mediático británico, el gobierno español, bajo el liderazgo del primer ministro Pedro Sánchez, ha anunciado un nuevo impuesto a la propiedad dirigido a los ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea como parte de esfuerzos más amplios para abordar la actual crisis de vivienda en España.

La decisión ha sido recibida con una lluvia de críticas y expresiones de preocupación por parte de varios medios británicos.

El tabloide con sede en Londres, The I Paper, publicó un titular que declaraba tajantemente, 'España castiga a los británicos', reflejando el sentimiento general entre los británicos que durante mucho tiempo han preferido vivir o vacacionar en las soleadas localidades de España.

De manera similar, el Daily Mail planteó la pregunta, '¿Ha terminado el sueño de mudarse a España?' Mientras tanto, el escritor Matthew Lynn, colaborando para The Spectator, sugirió en una columna que 'España lamentará su impuesto a la propiedad para los expatriados.'

Este nuevo impuesto propuesto, que muchos han descrito como 'punitivo', se aplica específicamente a los extranjeros de fuera de la Unión Europea, abarcando a muchos ciudadanos británicos que poseen propiedades o aspiran a comprar viviendas en España.

La medida fue parte de una serie de iniciativas desveladas por Sánchez para mitigar lo que describió como una crisis de asequibilidad de la vivienda en España, donde la inversión en propiedades por parte de ricos nacionales no europeos ha sido vista como un factor que exacerba la escasez de vivienda local y aumenta los precios.

Artículos en publicaciones como el Mail enfatizaron las ondas de choque entre los 'británicos desalentados' ahora enfrentando lo que denominan un 'asalto fiscal del 100% a sus propiedades soleadas.' Se señala que los impuestos actuales sobre transacciones en compras de propiedades en España suelen oscilar entre el 10% y el 12% del valor de la propiedad, una carga que muchos sienten que ahora será cada vez más prohibitiva.

Además, hay temores entre algunos propietarios de villas británicas a lo largo de las costas españolas, que temen que el nuevo impuesto podría disuadir a posibles compradores cuando decidan vender.

En medio de estas presiones, algunos ya han reconsiderado sus planes de jubilación en regiones populares como Andalucía. Una columnista de The I Paper, Julia Cook, hizo eco de un sentimiento que parece estar creciendo entre los potenciales jubilados: 'Estoy reconsiderando mi sueño de una casa de vacaciones en España.'

Las declaraciones del presidente al final del foro 'La Vivienda, el Quinto Pilar del Estado del Bienestar' en Madrid subrayaron aún más la lógica detrás de la decisión.

'Occidente se enfrenta a un desafío decisivo: no convertirse en una sociedad dividida en dos clases, de ricos propietarios y pobres inquilinos,' enfatizó Sánchez durante su discurso en el Museo del Ferrocarril.

Según el conservador Daily Telegraph, Sánchez ha acusado efectivamente a los 27,000 extranjeros no pertenecientes a la UE que compraron viviendas en España durante 2023 de especulación.

Los ciudadanos británicos forman el grupo más grande de propietarios extranjeros en España, conformando el 8.5% del total, seguidos por nacionales de Alemania, Marruecos, Polonia e Italia.

El Financial Times también destaca el surgimiento de una 'nueva ola de adinerados' individuos de Estados Unidos, México y Venezuela, que han hecho de España su nuevo hogar.

El diario financiero también señaló los posibles desafíos legislativos que el gobierno de Sánchez podría enfrentar para promulgar una reforma tan controvertida.

Además, The Times señaló que el anuncio de esta nueva estrategia fiscal llega en vísperas de la abolición de la llamada 'visa dorada,' que tradicionalmente ha facilitado el asentamiento de británicos adinerados en España desde la finalización del Brexit.