Una madre de Kentucky quedó en shock tras descubrir un cargo de $4,200 en su cuenta bancaria por un pedido inesperado de Amazon—realizado no por ella, sino por su hijo de ocho años, Liam.

El pedido incluía aproximadamente 70,000 paletas 'Dum-Dum', la mayoría de las cuales fueron entregadas en su puerta en 22 grandes cartones.

Holli Lefever, de 46 años, dijo que casi se desmayó al ver la transacción bancaria.

La sorpresa se intensificó cuando un repartidor llegó a su casa temprano una mañana de domingo, descargando 50,600 paletas empaquetadas en cajas de la marca de dulces Dum-Dum.

Otras 19,000 paletas, pedidas pero aún no enviadas, fueron devueltas más tarde del centro postal tras una solicitud de cancelación.

Según Lefever, Liam había aprendido a navegar por Amazon y otras plataformas de comercio electrónico durante la pandemia de COVID-19, cuando las compras en línea se convirtieron en parte de la rutina familiar.

Ella le había permitido previamente explorar el sitio con la condición de que solo agregara artículos al carrito de compras sin completar las compras.

En esta ocasión, él envió el pedido por error.

'Me miró y dijo: “¡Mamá, mis paletas están aquí!”' relató Lefever en una entrevista con The New York Times.

Inmediatamente intentó contactar al servicio al cliente de Amazon.

Aunque los representantes inicialmente le aconsejaron que cancelara la parte restante del pedido, la mayor parte de los dulces ya se había enviado.

Su solicitud para devolver los productos fue denegada bajo la política de artículos de comida no retornables de Amazon.

En respuesta, Lefever publicó un mensaje en Facebook que rápidamente ganó difusión: '¡Hola a todos! Liam ordenó 30 cajas de Dum-Dums y Amazon no las aceptará de vuelta.

Así que, $130 por caja, aún selladas.' La publicación se volvió viral y atrajo una atención mediática significativa, lo que llevó a Amazon a revertir su posición y emitir un reembolso.

Lefever declaró que la intención de Liam era organizar una fiesta para sus amigos y distribuir las paletas como premios.

Describió su motivación como un gesto de amabilidad, aunque caro.

Para prevenir incidentes futuros, Lefever ha actualizado desde entonces la configuración de su teléfono para bloquear compras no autorizadas.

El caso destaca el desafío cada vez más común de la alfabetización digital entre los niños en hogares donde los dispositivos móviles y las aplicaciones de compras en línea son accesibles.

El incidente también suscitó un renovado debate sobre las protecciones al consumidor y las políticas de reembolso para compras inadvertidas realizadas por menores.