Bulgaria está lista para adoptar el euro el 1 de enero de 2026, después de que una evaluación exhaustiva por parte de la Comisión Europea encontrara que el país cumple con todos los criterios de convergencia económica requeridos establecidos en los Tratados de la UE.

Estos criterios incluyen tasas de inflación, niveles de déficit público, estabilidad de tipo de cambio, tasas de interés a largo plazo y la independencia del Banco Nacional de Bulgaria.

En 2024, Bulgaria perdió por poco la oportunidad de unirse a la eurozona debido al incumplimiento del criterio de inflación, lo que resultó en un retraso de un año antes de que volviera a calificar.

La opinión positiva de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE) no es el paso final en el proceso de adopción.

La adopción del euro por parte de Bulgaria estará sujeta a aprobación en la reunión del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) programada para el 20 de junio. La decisión será ratificada durante la cumbre de líderes europeos del 26 al 27 de junio. Además, se espera que el Parlamento Europeo dé su opinión en las próximas semanas.

La decisión final está prevista para ser tomada durante la reunión de ministros de finanzas el 8 de julio, donde se establecerá el tipo de cambio irreversible entre el Lev búlgaro y el euro.

A pesar del proceso de aprobación oficial, una parte significativa de la población búlgara expresa escepticismo hacia los beneficios de adoptar el euro.

Según una reciente encuesta de Eurobarómetro, aproximadamente el 50% de los búlgaros no apoya la transición a la moneda única.

En las últimas semanas, han tenido lugar varias protestas contra el euro en Sofía, organizadas por el partido político ultranacionalista, Bulgaria Resucitada, que actualmente es el tercer partido más grande de la nación.

El presidente búlgaro Rumen Radev también se ha alineado con estas protestas, pidiendo un referéndum sobre la adopción del euro.

Sin embargo, el gobierno búlgaro pro-europeo está avanzando con sus planes para adoptar el euro.

La ministra de Finanzas, Temenuzhka Petkova, declaró que la transición al euro traería un aumento de la inversión y estabilidad a Bulgaria y anunció una campaña destinada a tranquilizar a los ciudadanos sobre los beneficios del euro.

Se han planteado preocupaciones sobre el impacto potencial si el gobierno búlgaro cambiara antes de fin de año, particularmente si una nueva administración se opusiera al euro.

Sin embargo, el Comisionado para Asuntos Económicos, Valdis Dombrovskis, afirmó que las autoridades búlgaras han comunicado claramente su compromiso de adoptar el euro en la fecha especificada.

Con la adopción, Bulgaria se convertirá en el 21.º miembro de la eurozona, marcando la primera expansión en ocho años desde que Croacia se unió en 2023. Cuando se estableció el euro en 1999, inicialmente incluía 11 Estados miembros: Alemania, Francia, Italia, España, Portugal, Austria, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Irlanda y Finlandia.

Grecia se unió en 2001, un año antes de la introducción de los billetes y monedas de euro.

La adhesión de Bulgaria continuará una tendencia histórica, tras la admisión de Eslovenia en 2007, Chipre y Malta en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y Lituania en 2015.

Países como Andorra, Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano también han adoptado el euro como su moneda nacional a través de acuerdos monetarios específicos con la UE, lo que les permite emitir sus propias monedas de euro dentro de ciertos límites.

Sin embargo, estas entidades no son Estados miembros de la UE y no pertenecen a la eurozona.

Todos los Estados miembros de la UE están obligados a adoptar el euro una vez que cumplan con los criterios necesarios, siendo Dinamarca la única excepción, al haber negociado una cláusula de exclusión en el Tratado de Maastricht.