Madrid Times

España Viva: Your Window to Madrid and Beyond
Sunday, Jun 08, 2025

Los altos ingresos ven una pérdida significativa en el poder adquisitivo en 15 años.

El análisis revela una disparidad en la recuperación de salarios en España, con los trabajadores de bajos ingresos ganando mientras que los salarios altos disminuyen.
En España, existe una percepción común de que los salarios no se han recuperado de las crisis recientes, sin embargo, la realidad es compleja.

Varios segmentos de la población muestran diferentes tendencias en la evolución salarial.

Un indicador clave de esta disparidad es el ÍNDICE GINI, que registró una disminución en la desigualdad salarial al 32.6% en 2023, el nivel más bajo en 14 años.

Este cambio se atribuye a una combinación de factores, incluyendo un fuerte crecimiento en los salarios de los trabajadores de bajos ingresos, contrastado con un declive en el poder adquisitivo de los altos ingresos.

Ángel Talavera, economista jefe para Europa, señaló que 2014 marcó un punto de inflexión significativo en el panorama salarial.

El periodo entre 2008 y 2014, caracterizado por la Gran Recesión, vio las pérdidas más sustanciales en poder adquisitivo entre los trabajadores de bajos ingresos.

Por el contrario, el periodo subsiguiente de 2015 a 2023 fue generalmente expansivo, salvo un breve retroceso durante la pandemia, con políticas diferentes hacia el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Al analizar los deciles de salario bruto promedio utilizando la Encuesta de Población Activa (EPA) y ajustando por inflación, se observó que los trabajadores de menores ingresos (primer decil) experimentaron una disminución del 24.5% en salarios reales entre 2008 y 2014, seguida de un aumento del 27.8% de 2015 a 2023. En contraste, el salario real de los altos ingresos (décimo decil) cayó solo un 2.3% durante 2008-2014 pero sufrió una caída más profunda del 6.3% entre 2015 y 2023. Esta tendencia se refuerza al observar los deciles adyacentes segundo y noveno.

En general, desde 2008, los salarios reales se han devaluado más entre los noveno y décimo deciles, cayendo un 3.1% y un 4.6% respectivamente.

Mientras tanto, el segundo decil, relacionado con el SMI, que oscila entre 1,001€ y 1,335€ en ingresos brutos para 2023, ha visto un crecimiento salarial real del 4.8% desde 2008. Este aumento puede atribuirse al significativo incremento del 80% en el salario mínimo durante el periodo, que superó el crecimiento salarial general, junto con otros factores influyentes.

Pedro Aznar, profesor en el Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad, destacó que la escasez de mano de obra en ocupaciones básicas es crítica para el bajo crecimiento salarial.

La demanda de trabajo aumentó en sectores como el turismo tras la pandemia, creando una presión ascendente significativa sobre los salarios debido a un grupo limitado de candidatos.

Los datos salariales ajustados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general presentan una aproximación imperfecta de la realidad que enfrentan diferentes estratos de ingresos, ya que los efectos del diferencial de precios varían entre deciles.

Un análisis utilizando un IPC específico para cada decil probablemente acentuaría aún más las tendencias existentes, dado que las clases de ingresos más altos asignan una mayor proporción de su cesta de consumo a servicios, que han visto aumentos de precios en relación con alimentos básicos y ropa, que dominan los presupuestos de los hogares de bajos ingresos.

El economista Miguel Cardoso explicó que el uso de un IPC uniforme potencialmente subestima la pérdida de poder adquisitivo de los hogares de mayores ingresos y las mejoras para los hogares de menores ingresos.

La dependencia de salarios brutos en lugar de salarios netos también oculta las pérdidas relativas de los salarios de los altos ingresos debido a las políticas fiscales y exenciones que favorecen a los trabajadores con salarios mínimos.

Una comprensión matizada de la significativa pérdida de poder adquisitivo entre los ingresos más altos revela varios factores contribuyentes.

Una hipótesis señala que los efectos de composición, con los salarios del sector público cayendo un 5.2% en términos reales de 2008 a 2023, en comparación con una mera caída del 1.1% en el sector privado.

Este patrón afecta desproporcionadamente a los estratos salariales superiores, ya que los salarios del sector público suelen representar una mayor proporción de las ganancias de los deciles más altos.

Los congelamientos salariales en el sector público tras la crisis financiera agravaron este problema, sin restaurar adecuadamente el poder adquisitivo perdido.

Los datos indican que varios sectores con salarios superiores a la media han visto caídas en el poder adquisitivo desde 2008, incluyendo información y comunicaciones con una caída del 10.1%, y servicios financieros y seguros cayendo un 10.6%.

La tendencia se extiende a los niveles de educación, donde los salarios de los trabajadores sin educación superior o con educación primaria incompleta crecieron un 17.7% y un 16.3% respectivamente de 2014 a 2023, mientras que aquellos con educación superior vieron una disminución del salario real del 2.4%.

Los trabajadores con mayores ingresos están experimentando así una trayectoria salarial relativamente menos favorable, indicando posibles rendimientos decrecientes en el nivel educativo en medio de presiones inflacionarias continuas.

La imposición de costos no salariales, como el aumento de las contribuciones sociales resultantes de reformas de pensiones, ha restringido aún más el crecimiento salarial entre los más altos ingresos.

Adicionalmente, la compensación variable, a menudo vinculada al rendimiento económico, influye significativamente en los salarios de los trabajadores del décimo decil, especialmente durante condiciones de mercado variables como la pandemia.

Los datos indican que las últimas crisis han llevado a una disminución relativa del estatus para los hogares que dependen predominantemente de salarios más altos.

Este cambio se manifiesta económicamente, ya que el crecimiento del consumo privado ha quedado rezagado detrás del PIB desde la pandemia, mientras que las tasas de ahorro han aumentado.

Cabe destacar que los hogares de altos ingresos han mostrado una disminución en su propensión marginal a consumir, según destacan los recientes análisis de las instituciones bancarias centrales.

Mientras tanto, los hogares de bajos ingresos son menos capaces de reducir el gasto, centrándose principalmente en bienes esenciales, mientras que el consumo entre los hogares de ingresos medios y altos ha disminuido en varios sectores no esenciales, incluidos automóviles, bienes duraderos y actividades recreativas.
AI Disclaimer: An advanced artificial intelligence (AI) system generated the content of this page on its own. This innovative technology conducts extensive research from a variety of reliable sources, performs rigorous fact-checking and verification, cleans up and balances biased or manipulated content, and presents a minimal factual summary that is just enough yet essential for you to function as an informed and educated citizen. Please keep in mind, however, that this system is an evolving technology, and as a result, the article may contain accidental inaccuracies or errors. We urge you to help us improve our site by reporting any inaccuracies you find using the "Contact Us" link at the bottom of this page. Your helpful feedback helps us improve our system and deliver more precise content. When you find an article of interest here, please look for the full and extensive coverage of this topic in traditional news sources, as they are written by professional journalists that we try to support, not replace. We appreciate your understanding and assistance.
Newsletter

Related Articles

Madrid Times
×