El 30 de mayo de 2025, el presidente de EE. UU., Donald Trump, acusó públicamente a China de "violar totalmente" el acuerdo comercial preliminar establecido entre las dos naciones.

Esta declaración ha generado preocupaciones sobre el futuro de las relaciones entre EE. UU. y China, ya que Trump indicó que podría tomar más medidas en respuesta a lo que describió como el incumplimiento de China.

En una publicación en redes sociales, Trump afirmó: "La mala noticia es que China, quizás no sea una sorpresa para algunos, ha violado completamente el acuerdo con EE. UU."

Esta afirmación surge en medio de una incertidumbre continua sobre las posiciones legales de los aranceles, con un tribunal que recientemente suspendió ciertos aranceles considerados ilegales, mientras que otra apelación los ha mantenido temporalmente.

Los comentarios de Trump significan una posible escalada en las tensiones con China, que se considera el principal competidor económico de Estados Unidos.

Los comentarios siguieron a una declaración del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, quien la noche anterior, señaló durante una aparición en Fox News que las negociaciones con Pekín no estaban avanzando y habían alcanzado un punto muerto.

En apoyo de la posición de Trump, el representante comercial de EE. UU., Jamieson Greer, expresó preocupaciones similares respecto a las supuestas violaciones del acuerdo comercial temporal por parte de China, calificando tales acciones como "completamente inaceptables y que requieren rectificación".

El 12 de mayo, ambos países habían acordado una suspensión de 90 días de aranceles recíprocos tras negociaciones realizadas en Ginebra, Suiza.

Bajo este acuerdo, los aranceles de EE. UU. sobre las exportaciones chinas se redujeron del 145% al 30%, mientras que los aranceles impuestos por China a los productos estadounidenses disminuyeron del 125% al 15%.

Esta suspensión está programada para expirar el 12 de agosto de 2025, a menos que nuevas negociaciones alteren los términos actuales.

En sus recientes comentarios, Trump recordó los efectos positivos del acuerdo inicial, afirmando: "Gracias a este acuerdo, todo volvió a la normalidad rápidamente en China, que regresó a los negocios como de costumbre.

Todos estaban felices.

Esta fue la buena noticia." Mientras tanto, Bessent enfatizó que podría ser necesaria una conversación directa entre Trump y el presidente chino Xi Jinping para aliviar el conflicto en curso.

A medida que aumentan las tensiones, la ansiedad de los inversores se mantiene elevada respecto a la situación.