Un informe reciente ha divulgado que el gobierno laborista en el Reino Unido está utilizando herramientas desarrolladas originalmente para la lucha contra el terrorismo para monitorear la actividad en redes sociales de individuos que expresan disidencia hacia sus políticas de inmigración.

Esto incluye el escrutinio a la oposición a la estrategia del Gobierno relacionada con albergar solicitantes de asilo en hoteles a lo largo del país.

La iniciativa es llevada a cabo por la Unidad de Inteligencia de Seguridad Nacional y Extremismo (NSOIT), operando bajo el Ministerio del Interior del Reino Unido.

La unidad ha ideado un sistema de monitoreo con el objetivo de identificar 'narrativas preocupantes' en las plataformas de redes sociales.

Según el informe, este monitoreo ha incluido compartir listas de publicaciones y contenido, algunos de los cuales son legales, con plataformas como TikTok, Instagram y Facebook, dirigiéndose particularmente a las críticas a la política del gobierno o a las convocatorias de protestas contra el alojamiento de migrantes.

El objetivo oficial de esta vigilancia es rastrear contenido que podría potencialmente llevar a disturbios civiles o escalar en confrontaciones violentas.

Los esfuerzos de monitoreo se intensificaron tras una serie de protestas que ocurrieron en lugares como Southport durante 2024, que se caracterizaron por enfrentamientos entre residentes locales y activistas de izquierda que apoyaban a los solicitantes de asilo.

El informe destaca que entre el contenido marcado para revisión estaban las protestas contra la aplicación selectiva de la policía, las afirmaciones de 'discriminación inversa' y las convocatorias para revelar las ubicaciones de los hoteles destinados a albergar migrantes, todo lo cual a menudo se organizó a través de marcos legales.

Un portavoz del Ministerio del Interior respondió al informe, afirmando que 'el gobierno está comprometido con la seguridad pública.

Esto no es censura ni vigilancia de opiniones políticas, sino más bien la identificación de contenido que puede incitar al conflicto, provocar violencia o representar amenazas reales.' Sin embargo, figuras dentro de la derecha conservadora británica han expresado preocupaciones sobre las implicaciones de este enfoque en la libertad de expresión.

El diputado conservador Tom Hunt fue citado expresando: 'Esta es una escalada peligrosa.

Usar herramientas destinadas a la lucha contra el terrorismo para vigilar a ciudadanos que expresan disidencia contra la política de inmigración es inaceptable.

El gobierno laborista está adoptando métodos similares a los de estados autoritarios.'

El informe ha provocado una amplia controversia entre los activistas de derechos civiles, independientemente de sus afiliaciones políticas.

Muchos argumentan que la existencia de un mecanismo gubernamental para consolidar, monitorear e informar sobre contenido crítico respecto a la política del gobierno, especialmente sobre temas sensibles, socava los fundamentos democráticos.

Esta revelación es parte de una crítica más amplia a la enfoque del gobierno laborista sobre inmigración y solicitantes de asilo, que se ha convertido en un tema central en el discurso público y político en los últimos años.