En el quincuagésimo noveno Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, el actor sueco Stellan Skarsgård criticó públicamente al renombrado director Ingmar Bergman por sus primeras simpatías nazis y su comportamiento manipulador.

Hablando durante una conferencia de prensa, Skarsgård declaró que Bergman era "un nazi durante la guerra" y afirmó que era "la única persona que conozco que lloró cuando murió Hitler." Skarsgård, quien colaboró con Bergman en una producción teatral de 1986 de "Un sueño de una noche de verano" de August Strindberg, describió al director como manipulador y sugirió que sostenía la creencia de que algunas personas no eran iguales a otras.

Bergman, quien falleció en 2007, reconoció su admiración juvenil por Adolf Hitler en su autobiografía de 1987, "La linterna mágica." Relató haber asistido a un mitin nazi en Weimar en 1934 a la edad de dieciséis años, describiendo a Hitler como "increíblemente carismático" y expresando que estaba "encantado con el éxito de Hitler y entristecido por sus derrotas" durante la guerra.

Bergman mantuvo estas opiniones hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando la revelación de las atrocidades nazis llevó a un cambio en su perspectiva.

Skarsgård también habló sobre su compleja relación con Bergman, señalando que, si bien lo consideraba un director talentoso, no lo encontraba una persona agradable.

Lo comparó con otras figuras históricas que, a pesar de sus logros artísticos, tenían conductas personales cuestionables.

Los comentarios de Skarsgård se hicieron mientras promovía la película de Joachim Trier "Sentimental Value," que se estrenó en el festival y está inspirada en la obra de Bergman.