Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo para reducir los aranceles sobre los bienes del otro en un 115% por un período de 90 días, marcando un paso significativo hacia la desescalada de las tensiones comerciales en curso que han caracterizado su relación en los últimos años.

Según el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, los aranceles impuestos por Washington sobre los bienes chinos disminuirán del 145% al 30%.

De manera similar, los aranceles de Pekín sobre los bienes estadounidenses caerán del 125% al 10%.

Bessent anunció estos desarrollos tras una reunión con altos funcionarios chinos en Ginebra y describió las discusiones como sólidas, enfatizando el respeto mutuo durante este diálogo constructivo.

En una declaración posterior, la Casa Blanca indicó que ambas naciones crearían un mecanismo destinado a facilitar discusiones continuas sobre las relaciones económicas y comerciales.

La Comisión Europea, responsable de supervisar la política comercial de la UE, expresó optimismo respecto al anuncio, señalando que se deben seguir los esfuerzos para reducir las barreras comerciales.

El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, también dio la bienvenida a la decisión, destacando la necesidad de que Bruselas continúe abogando por aranceles cero con Washington.

Inmediatamente después del anuncio, los mercados financieros reaccionaron positivamente.

El dólar estadounidense subió un 1.17% frente a una cesta de monedas y aumentó un 1.16% frente al euro.

Los mercados de valores también mostraron ganancias, con el EURO STOXX 50 aumentando un 0.47% y el DAX de Alemania subiendo un 0.72% a las 10:30 AM CET del lunes.

Este anuncio llega tras la reciente implementación por parte del presidente estadounidense Donald Trump de aranceles extensos sobre varios socios comerciales, lo que había provocado acciones de represalia recíprocas por parte de China.

Tales escaladas han suscitado preocupaciones sobre un posible desacoplamiento entre las dos economías más grandes del mundo.

Los funcionarios de la UE habían expresado anteriormente su inquietud de que los aranceles impuestos a China pudieran desviar volúmenes significativos de bienes chinos hacia los mercados europeos, lo que podría perjudicar a las industrias dentro de la UE. Actualmente, la UE enfrenta un arancel general del 10% de los Estados Unidos, junto con derechos del 25% sobre las importaciones de acero, aluminio y automóviles.

La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China dio la bienvenida al anuncio, pero advirtió que la incertidumbre continúa pesando sobre las empresas europeas que operan en el mercado chino.

La Cámara, que representa a más de 1,700 empresas, indicó que la suspensión temporal de aranceles por solo 90 días crea un entorno volátil para las operaciones comerciales, junto con la naturaleza impredecible de las implementaciones de aranceles que se habían observado anteriormente.